El obispo Monseñor Gilberto Pastana de Oliveira, de 61 años, obispo de Crato (Brasil), dio un discurso el 14 de marzo en la Logia Masónica de Juazeiro do Norte.
De Oliveira dijo que la Iglesia y la Masonería pueden tener relaciones fraternales, dado que – según él – la mayoría de los masones “son cristianos”.
La participación del obispo de Crato en el evento masónico reverberó en todo el país. Los sectores de la iglesia en otras regiones también están pidiendo su remoción. Al enterarse de la denuncia, el Nuncio, quien es el embajador del Vaticano en Brasil, abrió una investigación.
Como resultado de la investigación, la Nunciatura Apostólica, con sede en Brasilia, puede decidir intervenir en la Diócesis o enviar a otro Obispo definitivamente.
Para los sacerdotes, la actitud de Don Gilberto desobedece las pautas del Vaticano, que no aprueban la participación de los católicos en los eventos de la masonería.
Según uno de los sacerdotes que firmó la denuncia y prefiere no identificarse, por temor a represalias, la Nunciatura tiene a la mano un vasto material, como videos y fotos, para poner fin al episcopado de Gilberto Pastana en Crato.
Doctrina para masones católicos
El cardenal Joseph Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, emitió en 1983 una Declaración sobre la Masonería, afirmando que “no ha cambiado el juicio negativo de la Iglesia respecto de las asociaciones masónicas, porque sus principios siempre han sido considerados inconciliables con la doctrina de la Iglesia; en consecuencia, la afiliación a las mismas sigue prohibida por la Iglesia”.
Y, además: “Los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la santa comunión”.
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