Método de trabajo de la piedra bruta (III)
Por Gonzalo Aravena (Santiago de Chile)
El caso de un Maestro masón puliendo una piedra bruta, ya merece una consideración especial por la gravedad del asunto.
Seguramente ya aprendió a desbastar, también a tallar, pero a la hora de pulir nos encontramos con que todavía la piedra en cuestión no ha dejado de ser una piedra bruta.
Y es muy grave ver esta situación con Maestros masones de carrera meteórica, que sin el conocimiento simbólico correctamente aprehendido, nunca dejaron de ser piedras brutas.
Para desbastar la piedra hay que pegarle fuerte y quitarle grandes trozos sin contemplación alguna, con el único objetivo de llegar a la piedra perfecta. Tratada con demasiada suavidad y desidia a la hora del desbaste, quizá apenas acariciada a la hora del tallado, no importa la energía que se le ponga a la hora del pulido.
La piedra bruta pulida en manos de un Maestro es el peor resultado imaginable que puede llegar a acontecer.
Allí es que nos encontramos con Maestros de tercer grado o de los grados filosóficos, con increíbles ínfulas de grandeza, rellenos de una soberbia a toda prueba. Ciegos, sordos y mudos ante todo lo que acontece mas allá de su limitada visión de las cosas.
Estos nefastos personajes, son lo peor de la Masonería especulativa, con un parangón que jamás hubiera podido ocurrir si lo comparamos con los antiguos masones operativos.
Entonces a no olvidar.
- a) La piedra bruta no se pule, se desbasta (tarea del Aprendiz).
- b) Luego la piedra debe ser tallada (tarea del Compañero)
- c) Finalmente la piedra se pule (digna tarea del Maestro masón).
No en vano el hombre tuvo que tallar la piedra durante casi doscientos mil años antes de aprender a pulirla. Por ello es indispensable nunca confundir los términos y no saltear jamás los pasos del proceso.
No vaya a ser que equivoquemos nuestro trabajo simbólico y después de muchos años de Masonería, tengamos un producto final solamente útil para colocar de adorno sobre algún mueble, y mostrarlo orgullosos a los amigos que nos visitan.
Agradecimientos a:
Hermanos tres puntos
Jotenegro
Un texto de poca monta intelectual que lo único que hace es denigrar a los altos grados.Seguramente no fue admitido o no se le permitió acceder a ellos pues trasunta una odiosidad que apena masónicamente y lo retrata como una verdadera piedra bruta aún sin pulir del todo. El debe saber mucho de ello por eso nos lo escribe.
Jotenegro
Que de curioso hay que un maestro pula su piedra bruta? es acaso que por ser maestro dejó de serlo ? Craso error si alguien piensa así. La Masonería trata por todos los medios,mediante sus enseñanzas éticas, hacer del hombre una piedra pulimentada,pero la condición humana siempre aflora, las pasiones, los apetitos y los bajos instintos se las arreglan para adormilarse o camuflarse con el ropaje de la virtud. Es por ello que un maestro, sobretodo un maestro masón siempre debe estar atento a que eso no le suceda, debe desbastar,tallar y pulimentar su piedra bruta siempre porque esta es como la Gorgona,que a cada cabeza que le corta más cabezas le salen. No olvidéis que ante todo somo humanos y por ello imperfectos que debemos hacer todo lo posible por mejorar tal condición. El orgullo y la vanidad son imperfecciones muy difíciles de extraer…solo deben pulítseles lo más posible…por eso jamás un ser humano será un ser puro y prístino.