Revolución no violenta
Toda revolución violenta, si triunfa lo hace con rapidez, elimina una injusticia pero impone otra injusticia, la de necesitar emplear violencia para perpetuarse.
Sólo una revolución que surja del consenso de una mayoría democrática de ciudadanos y de unas ideas de progreso, se implanta con justicia, esa es la revolución no violenta. Siempre existirá una minoría disidente, la minoría que siempre teme a todo cambio social, pero que finalmente se adapta porque participa de la democracia y son cambios consensuados, legales y buenos para la sociedad.
La injusticia genera desigualdades y privación de libertades; la violencia genera más violencia como reacción e injusticia como consecuencia. Acciones revolucionarias no violentas son la manifestación pública en calles y plazas, la huelga, la resistencia pasiva, la insumisión, la denuncia en medios de comunicación clásicos u otros modernos como FACEBOOK, y otras. Todas ellas ejercidas con rigurosa no violencia deslegitiman públicamente la injusticia, la coerción o la represión por parte del Estado o del Gobierno.
Esta es el arma no violenta: por lo atractivo de las ideas conseguir adhesiones a la causa, por la convicción propia atraer y persuadir, y por la argumentación ética y veraz convencer.
La acción no violenta es la lucha de la libertad contra el abuso. Lo único que puede llevarnos a la felicidad, que es nuestra meta, es mejorar nuestra democracia impulsando la libertad y la igualdad respetando las libertades ajenas en un marco ético y legal y esto, con la lluvia que nos está calando, ya es una revolución no violenta.
Deja una respuesta