A los Hermanos Caballeros
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A los Hermanos Caballeros del Gran Priorato de España de las Órdenes Unidas Religiosas, Militares y Masónicas del Temple, San Juan de Jerusalén, Palestina, Rodas y Malta
Algunos datos históricos
La Orden de Caballería de la que somos originarios tiene, en cuanto a primeros estatutos, y consolidación de su nombre como The United Religious, Military and Masonic Orders of the Temple and of St. John of Jerusalem, Palestine, Rhodes and Malta, la que se estableció en la Inglaterra del 1791, tal como más adelante se explica.
Pero para comprender a fondo su realidad hay que ir más allá dando primero un paseo histórico por la Edad Media, cuando prácticamente solo los Gremios de Masones Operativos, algunos pocos monjes benedictinos y los Caballeros de las Ordenes Militares eran depositarios del saber, incluso el escribir, y conocían como profundizar en los Misterios antiguos.
Así pues en un momento dado, allá por los siglos XII y XIII, los únicos dueños del saber continuador de las escuelas iniciáticas, son los Masones y también los Caballeros Templarios, y es difícil imaginar los unos sin los otros. Los Masones construían castillos, templos, murallas, pero los Templarios, con su también poder temporal, eran la parte más importante receptora del trabajo de los masones y aun más, eran artífices del dominio económico que permitía a Obispos, Nobles y Reyes hacer frente a los gastos económicos que comportaban las impresionantes construcciones del medioevo. En fin, Masones y Templarios compartían trabajos, saber y también ceremonias iniciáticas heredadas de los antiguos.
No hace falta repetir las vicisitudes de la historia de los Templarios y su brutal desaparición en 1314.
Solo afirmar que existían indudables conexiones y complicidades entre Masones y Templarios. Pero lo más interesante son las semejanzas entre la iniciación de un Caballero Templario con las de incluso un masón actual. Ello nos ha llegado a través de retazos históricos, pues estas ceremonias eran evidentemente secretas. Pero sabemos que el neófito Templario pasaba por un periodo de reflexión frente a una calavera, era sometido a un interrogatorio de “de donde venís” “sois de buena voluntad” y se pregunta a la asamblea “si entre vosotros hubiera alguno que conozca algo que impida..” como en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Al neófito se le menciona el ideal de llegar a ser como la piedra pura del cielo, alusión muy congruente con la piedra pulida de los masones. Y hay también entre los templarios aquella ceremonia turbadora de muerte y resurrección, resurrección a la luz, cuando el novicio ha de pasar y tumbarse sobre una tumba abierta, en este caso de Jesucristo, simbolizada con una cruz.
Adicionalmente no son menos significativos para la comparación del contenido iniciático del Temple con el Masónico el hecho de que el Gran Maestre del Temple sea nombrado en muchos escritos como el “Arquitecto” y que su símbolo de mando fuera el ábaco, el bastón sagrado de los Maestros constructores de Templos desde los lejanos tiempos de Egipto. Es más, está perfectamente atestiguado que en la celebración del solsticio de San Juan de invierno se reúnen Templarios y Masones, y que los Maestros de ambas Ordenes encienden personalmente las hogueras rituales.
La persecución y destrucción de la Orden del Temple marca también un hecho trascendental para los Masones.
Muchos Caballeros logran escapar y es de lógica incontrovertible el que algunos buscaran refugio entre los Francmasones. De aquí nace la reivindicación de que algunos Templarios habrían creado el Rito Masónico denominado Escocés Rectificado y ello da lugar a que en nuestras ordenes colaterales, en muchos lugares de Europa, esté presente el Rectificado constituyendo Prioratos con el título de “Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa”. El relato se basaría en que ciertos Templarios se habrían refugiado en Escocia, cerca de Heredon, donde fueron acogidos por los Caballeros de San Andrés del Cardo. Esto está atribuido hacia el 1340, aunque existe otra versión según la cual el Rey escocés Bruce los habría acogido y habría fundado en su honor la Orden del Cardo en 1313. Es de notar que muchas tradiciones en el mundo de la masonería nos llevan siempre hacia la lejana Escocia.
Por el lado de los Masones operativos en aquella época, lo que sí es un riguroso e incontrovertible hecho, es la existencia atestiguada de Logias muy estructuradas en Inglaterra hacia 1.212 y en Francia (en Amiens) hacia el 1.221, y los francmasones estaban dotados de constituciones muy elaboradas, que podemos suponer venían ya de mucho tiempo antes. Algunas de estas constituciones las encontramos publicadas como es el caso del Manuscrito Regius del 1390 (British Library), y del que se pueden encontrar traducciones a diversas lenguas.
Y es un hecho fundamental el que desde el mismo momento de la desaparición del Temple hasta hoy mismo, existe en la Masonería una constante mención de los ideales Templarios de sus hazañas y ritos.
Permíteseme sea dicho sea de paso que el caballero masón moderno debe de tener, para bien comprender el sentido que pueda imprimir a su personal camino iniciático, un gran interés por conocer la historia de la masonería antigua y de la caballería, pues por algo somos una hermandad, una familia, y a quien no le interesa conocer de donde viene para saber a donde va??!!.
Hay miles de libros serios sobre la historia de la masonería y los masones. Algunos sobre su antiguo pasado en general, y otros sobre los particulares de un país o incluso de una región o de una ciudad. Hay que rechazar los escritos de esoterismos tontos y de fantasías, sobre todo de caballería; con una simple ojeada ya se ve que son unos panfletos. Pero como que el tema “masonería” y de los caballeros “desaparecidos” despierta mucho interés siempre hay desaprensivos que explotan el tema para vender libros.
Con todo tienen mucho interés los libros antimasónicos, pues con sus ataques, y por pasiva, uno se va reafirmando en nuestros valores e ideales. Una buena práctica es la búsqueda de publicaciones sobre nuestro Arte, y sobre todo yendo de viaje es bueno husmear por librerías, por tiendas de Grandes Logias y, como no, también entre los libros de viejo. Todos los Hermanos deberían de tener su propia biblioteca de libros masónicos.
Son sus propias herramientas de investigación y de elaboración de su camino hacia el inalcanzable fin del conocimiento iniciático perfecto.
Volviendo al tema puntual de los Templarios es necesario que quede claro que si bien tenemos un Gran Priorato de España jamás osan los Masones proclamarse descendientes directos de la Orden del Temple, como han hecho un sinnúmero de grupos, algunos con nefastas consecuencias. Ved, ya en el Siglo XIX fue entregado a Napoleón Bonaparte una carta, supuestamente del Siglo XIV, la llamada Carta Larmenius, según la cual Jacques de Molay habría entregado antes de morir la maestranza del Temple a este tal Larmenius, y en función de ello existiría una sucesión legítima de grandes maestros con una organización de caballeros secretos (tema muy cercano al denominado Priorato de Sión), y que Napoleón reconoció, recreando en Paris la Orden Soberana y Militar del Templo de Jerusalén, que aun hoy existe.
Personalmente creo que el astuto Napoleón intento con este reconocimiento crear una Orden en contrapeso a la del Hospital de San Juan de Jerusalén (dicha de Malta) que de facto él mismo había disuelto en 1796 ocupando la isla de Malta, y como consecuencia de ello se encontraba con el problema de que Caballeros dispersos, sobre todo en Rusia y en los Estados Italianos, reivindicaban la soberanía de la Orden del Hospital y difundían un mensaje antinapoleónico. En cualquier caso existen numerosas órdenes que se reclaman seguidoras o hasta herederas de la de los Templarios. El Vaticano ha realizado un censo donde aparecen más de cuatrocientas, con los más variopintos objetivos.
http://www.neotemplar.info/category_58.ahtml?NKLN=58_A
Tales como la de la magia esotérica de la Ordo Templis Orientis, la lucha contra la droga de los Caballeros de la Alianza Templaria, la alquimia de la Orden del Temple Cósmico, o la Orden de los Caballeros del Temple y la Madre de Dios.
Generalmente son gentes de buena voluntad e incluso realizan actividades meritorias, pero en algunos casos el espíritu templario ha sido profundamente mancillado como lo es en el caso del Ku Kux Klan americano que reivindica herencias templarias, o en la Orden de los Nuevos Templarios que fundo en 1907 Von Liebenfels de carácter racista y a la que perteneció el Jefe de las SS Himmler.
Lo más adecuado es decir que los legales herederos, al menos jurídicos y materiales, de los Templarios lo fueron los Hospitalarios, los Caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén, vulgarmente dichos de Malta y quizás para alguno chocará y será novedoso que hablemos ahora un poco de ellos y sus existentes y sorprendentes conexiones con la Masonería.
De los Hospitalarios tampoco es necesario disertar ahora sobre sus hechos históricos, sobradamente conocidos. Nos centraremos pues en sus conexiones con la Masonería que están perfectamente documentadas. Bastará con decir que los Hospitalarios, después de las pérdidas sucesivas de Arce, Rodas y Creta, y estando asentados en Malta, en inexpugnable fortaleza como se ve en la imagen ad supra, no tenían una vida tranquila.
Se encontraban en la frontera marítima que separaba a los otomanos de los reinos europeos. Para esto precisamente estaban ahí.
Pero por otra parte siempre tuvieron un, llamemos, activo intercambio cultural, y ello tanto por el hecho de la movilidad de los mismos Caballeros, provenientes de las clases altas nobiliarias de las diferentes lenguas europeas, como por el hecho de ser La Valetta puerto obligado de paso y refugio de escuadras y mercaderes de todo el mundo. Y mucho del intercambio cultural e implantación de la Masonería de los siglos XVIII y XIX lo es gracias a los puertos puesto que allí era muy difundida por comerciantes y militares. (La primera Logía genuinamente reconocida formada por españoles lo fue la de marinos de la armada española en el puerto francés de Brest).
En cualquier caso está al menos atestiguado, por sus propias actas de la existencia en Malta desde 1764 de la Lodge Harmony and Secrecy y que, fijaos, se dice literalmente en sus documentos que se rige por la “Doctrine of the Lodges of St. John of Scotland”, aquellas que precisamente reivindican desde antiguo el haber incorporado a los fugitivos Caballeros del Temple y su herencia espiritual y ritual. Esto es un poco como el eslabón perdido por el que podemos intuir, entre los Caballeros en Malta, no solo interés iniciático por la Masonería, sino un recuerdo del espíritu templario, sanjuanista y solsticial que en ellos fue siempre latente.
También en Malta aparece otra Logia con un nombre similar, la llamada St. John Lodge of Secrecy, que en el Registro de la Gran Logia de Inglaterra estaba inscrita con el número 539, siendo años después renumerada con el 448.
Pues bien, según sus actas pertenecían a esta Logia altos cargos como varios Bailos – que son los jefes de las casas de las diferentes lenguas o nacionalidades, o jefes en provincias de ultramar – y el mismísimo Gran Maestro Rohan que se inició en 1756 y también el último verdadero gran maestre de la Orden Ferdinand von Hompesch zu Bolheim (1797-1799).
Con la ocupación en 1798 de Malta por Napoleón, y disolución de facto de la Orden los caballeros, se dispersan por sus respectivas “lenguas” y los de lengua rusa se reorganizan bajo la protección del zar Pablo I de Rusia el cual asumió unilateralmente la gran maestría, (1798-1801).
Seguido del Conde Nicholas Soltykoff (1801-1803), pero solo como Lugarteniente de facto, el cual contacto con algunos caballeros dispersos por los estados italianos y llego a un acuerdo para que estos nombraran gran maestro a Giovanni Battista Tommasi (1803-1805), el cual ejerce en forma precaria durante un par de años y al que le suceden nada menos que siete lugartenientes hasta que en 1879, o sea con total inestabilidad, y bajo la protección del Vaticano ocurre que el
Papa Leon XIII nombra unilateralmente como gran maestro a Giovanni Battista Ceschi de Santa Croce con el que se origina la actual llamada Orden de Malta, con sus actuales estatutos, pero que de facto se crea como una nueva institución del vaticano el cual se aprovecha de ella y la orienta como una “competencia” de la Cruz Roja fundamentalmente ambulancias y hospitales, de lo que no está exento el poco agrado del Vaticano por la laica Cruz Roja, y seguramente además debido a la ideología de su fundador y coadyuvantes todos masones.
El que suscribe este trabajo, y que ha sido Presidente de la que era Cruz Roja de Cataluña, lo ha podido percibir aun hoy en directo.
También se debe tener en cuenta, a efectos de seguir la línea de las actitudes de la época que el papa Leon XIII fue también el autor de la infausta encíclica Humanus Genus contra la Masonería, cuya lectura ruboriza hoy por su contenido político antidemocrático y contra todos los derechos del hombre que ya nadie osa negar. Es de obligada lectura.
Y si volvemos a lo que se refiere a la Masonería entre los genuinos caballeros en Malta hay que ser consciente de que seguramente ya existían Logias o agrupaciones masónicas en la isla desde los orígenes de la actual masonería y tal como lo atestiguan unos escritos del Papa Clemente XII instando al Gran Maestre a prohibir la actividad masónica en Malta, lo que se tradujo en una Orden del Gran Maestre prohibiendo las reuniones masónicas, pero que seguramente fue más formal que efectiva por el curioso hecho, también documentado, de que el Gran Inquisidor en aquel momento, Joan Felip Scotti, también era masón.
Y ahora hay que reafirmar la legalidad de las líneas de sucesión de nuestra actual Orden.
En efecto la legitimidad del Gran Priorato de España le viene de haber sido establecido por el Gran Priorato de Inglaterra el sábado día 8 de Enero del año 1994, en una ceremonia que se realizo precisamente en el Templo de la Gran Logia de Barcelona bajo la presidencia del Gran Maestro del Gran Priorato de Inglaterra, Harold Devereux Still y el día después se celebró un servicio Religioso en el Monasterio de Montserrat presidido por su Abad.
Ello fue posible después de haber sido armados caballeros masones españoles en Inglaterra y haberse establecido en Barcelona, por el Gran Priorato de Inglaterra una Preceptoría en 1993, la Roger de Flor nº 590. El Gran Priorato de España, y como es habitual entre las organizaciones con raíces masónicas, sustenta su autoridad territorial por el reconocimiento que como tal le dan todos los otros grandes prioratos regulares del mundo.
Pero lo realmente importante es que el Gran Priorato de Inglaterra, la piedra madre angular de los Grandes Prioratos actuales, se rige aun actualmente por unos estatutos aprobados el 24 de junio del 1791, siendo en aquel momento su Gran Patrón el Príncipe Alberto Eduardo Duque de Kent y siendo Gran Maestro Thomas Dunvkkerley (1791-1795), cuyo sucesor fue Thomas Boothby 1st. Lord Rancliff (1796-1800) y por lo tanto todos ellos coetáneos de la aun existente Orden del Hospital en Malta.
Además hay que tener presente que no se quiere decir que nuestra Orden se origine solo desde éste 1791.
Sino seguramente de mucho antes, puesto que algunos Caballeros, que necesariamente debían venir de corporaciones ya existentes, simplemente se reunieron en campamento aquel día de San Juan de 1791 para dotarse de una estructura administrativa única y de unos estatutos que continúan hasta hoy en día existiendo y ya antes de aquel año existìan las Preceptorías, que aun perduran, de Antiquity nº 1 en Bath o la Royal Naval nº 2 en Portsmounth, y existiendo entre 1793 y 1796 cinco otras. No era pues nada exnovo y tenemos noticias bien contrastadas de ya haberse celebrado un campamento anterior en Bidefort en 1790.
Y si esto ocurre al menos entre 1790 y 1796, ello quiere decir que los Caballeros masones existentes en Malta debían forzosamente de conocer la creación y existencia de este Gran Priorato de Inglaterra y seguramente mantuvieron contactos mutuos, puesto que la ocupación de la Isla por Napoleón, y la dispersión y practica desaparición de los Hospitalarios, no se produce hasta 1798.
Por lo tanto queda probado que el Gran Priorato de Inglaterra es durante unos años coetáneo con la genuina Orden de San Juan de Jerusalén en Malta y bastante anterior a la disolución de la Orden por Napoleón. Y si la mayoría de los caballeros en Malta se dispersaron por varios estados no ocupados por los franceses, es muy lógico que algunos buscaran refugio en Escocia o Inglaterra, sobre todo entre los caballeros masones de nuestra obediencia regular.
Por lo que el mensaje que fundamentalmente se quiere transmitir en este resumen histórico es la pervivencia a través de los tiempos de iniciados que buscan la luz interior y el bien de la humanidad, siendo los Caballeros Masones de la Orden en España, los justos y legítimos herederos de los Misterios de la antigüedad de donde vienen los mejores nexos de nuestra actual Orden de caballería.
Por ello somos una particularidad completamente independiente de la Gran Logia de España, y en cierta forma un grado más avanzado de conocimiento, con unas legítimas raíces históricas por lo que elaboramos nuestros reglamentos interiores y realizamos nuestros trabajos tal como en cada momento estimamos conveniente corporativamente y en Asamblea, sin aceptar, por nuestra antigua tradición y legitimidad, ni ingerencias externas ni que nadie quiera enmendar nuestros actos, incluso si fueran poco acertados, porque son nuestros y a solo a nosotros nos toca enmendarlos.
Barcelona 2013
RAMON ‡ ‡
Preceptoría Jaume I nº 20
Hubert-de-Burgh Preceptory nº 319
Jorge Alberto Ramos Chicuellar
Le envío un Triple abrazo fraterno, y el osculo de paz