En sólo tres semanas, sin apenas medios, y en un despacho, en medio e una discusión sobre el secretismo y los tabúes que existen sobre la Orden, un masón le dijo a otro, «¿por qué no creamos un medio de comunicación para difundir nuestra identidad? ¿Por qué no sentirnos orgullosos de ser lo que somos?». Y surgió Diario Masónico.

A partir de ese día nos pusimos manos a la obra, conjuntamente con su hijo que, aún siendo profano, estaba increíblemente familiarizado con la masonería por vivir los treinta y tantos años la condición de masón de su padre.

Decidimos ponernos una fecha límite, el 2 de abril, para que diariomasonico.com viera la Luz. El masón más experto en estas lides, miró el calendario y nos dio una razón tan esotérica como fundamental: había que inaugurarlo el cuarto día tras la luna nueva, que era un presagio ancestral para el inicio de nuevos proyectos.

Ocho meses, más de mil artículos y un millón de visitas después, aquí nos encontramos, con un patrimonio humano con un valor incalculable: nuestros lectores y lectoras, que nos siguen fielmente a diario con su avidez por aprender como masones y satisfaciendo como profanos esa sensación que han tenido siempre de proximidad a las puertas de la masonería.

Actualmente, decenas de autores y blogs colaboradores, hacen posible esta experiencia que se está convirtiendo, a través de sus récords de audiencia y su éxito en las redes sociales (casi 34.000 seguidores en Facebook y una media diaria de 10.000 visitas), y nuestras previsiones van en aumento.

Proyectos futuros

Tenemos varios proyectos en marcha que se irán descubriendo a su debido tiempo, pero podemos adelantar algunos como la realización de unas Jornadas de conferencias, la creación de una editorial exclusivamente masónica o el Primer Certamen Literario Internacional de relatos masónicos.

Haciendo un pequeño balance del año, hemos rebuscado entre las cosas que podríamos destacar del mismo, pero reflexionándolo detenidamente, hemos decidido que no había otra cosa más importante que los lectores y lectoras que nos siguen habitualmente, ése es nuestro mejor patrimonio y lo que más debemos cuidar. Todos los éxitos son provocados por vosotros y sin eso, no hay nada, ni nosotros existiríamos.? Por ello, simplemente, gracias. Por una masonería fuerte, igualitaria y libre.

Garibaldi (Simb.:.)