¿Mandela Masón?
Por Iván Herrera Michel/Pido la Palabra
A raíz de la muerte de Nelson Mandela el 5 de diciembre de 2013, en Internet se propagó rápidamente un rumor que afirmaba que era Masón. En consecuencia, muchos miembros de la Orden hicieron eco de la noticia con evidente orgullo, y los malquerientes hicieron lo propio para descalificarlo.
El rumor, al parecer surgió con la publicación del libro “The History of the M.W. Prince Hall Grand Lodge of North Carolina and Jurisdiction 1864-2000” escrito por Joseph Walkes. De acuerdo con su contenido, Mandela habría sido hecho “Masón a la Vista” por el Gran Maestro William C. Parker Jr., el 28 de junio de 1990, durante la gira que realizó con su esposa Winnie Madikizela Mandela por Estados Unidos. De paso, ella también habría recibido la condición de miembro de la “Orden de las Estrellas de Oriente”. Frente al tema, la Gran Logia Prince Hall de Carolina del Norte ha guardado silencio.
Contrario a lo que podría suponerse, el hacer Masones a la Vista no es una práctica universalmente aceptada (ni siquiera en USA), a pesar de ser tan antigua como la Masonería especulativa, y de que no es raro encontrar que se dirija a personajes eminentes de la vida social, cultural o política.
Con este mismo fin, ya lo observaban los “Modernos” y los “Antiguos” en el siglo XVIII.
Para soportar la decisión, en la Masonería estadounidense suele citarse la “Enciclopedia Masónica” de Albert G. Mackey de 1846, el libro “Haciendo Masones a la Vista” de William L. Bolden, Bibliotecario del Supremo Consejo del REAA para la Jurisdicción Sur, publicado en 1925, y la revista “The Builder Magazine”, también de 1925. Además de la potestad que tendrían los Grandes Maestros consignada en el artículo 8° de los Landmarks que redactó Mackey en 1858. Con este mismo fin, ya lo observaban los “Modernos” y los “Antiguos” en el siglo XVIII.
Hoy parece que las cosas se han aflojado un poco y el acontecimiento tiende a ser un poco más, digamos, público, social y festivo. De ahí que en ocasiones le he encontrado un cierto parecido con los Grados “Honoris Causa” que otorga la academia universitaria. Para citar un solo caso reciente de esta experiencia en Estados Unidos, podemos traer a cuento que Richard Dreifuss, Ganador del premio Oscar por su papel como actor principal en la película “The Goodbye Girl”, fue hecho “Masón a la Vista” el 10 de junio de 2011 por la Gran Logia de Columbia.
Pero no siempre fue así. La historia cuenta que un “Masón a la Vista” solo podía hacerse como prerrogativa de un Gran Maestro previa constitución de una “Logia de Ocasión”, en un lugar en donde no existiesen.
Se otorgaban generalmente los tres Grados Simbólicos en la misma oportunidad, y, cumplido su cometido, la Logia se disolvía y los HH:. se dispersaban. De todos modos, el deber ser aconseja que se otorgue la distinción de tal forma que constituya un honor de complacencia mutua en reconocimiento a una hoja de vida intachable y admirable.
Volviendo al tema de Mandela, y sin entrar a negar la hipótesis en forma apriorística por que la Gran Logia Prince Hall aún no ha negado ni confirmado la noticia, las circunstancias políticas que rodearon la gira de Mandela por Estados Unidos en 1990 sugieren un momento en el que difícilmente una Gran Logia estadounidense se atrevería a hacer algo así.
Me explico:
El 28 de junio de 1990, en que Mandela habría sido hecho “Masón a la Vista” en Carolina del Norte, él había salido de la cárcel hacía solo cuatro meses, aún no había sido elegido presidente de Suráfrica, el apartheid subsistiría un año más hasta 1991, y era considerado por Estados Unidos y la ONU como un Terrorista que había conducido la línea más violenta de la lucha contra el Apartheid por medio de ataques armados, sabotajes, masacres, asesinatos y minas antipersonales. Mandela solo salió de la lista de terroristas 18 años después, el 1° de julio de 2008.
En esa oportunidad, a los Estados Unidos le tocó hacer de tripas corazones frente a la gira de Mandela de once días por ocho ciudades, ninguna de ellas en Carolina del Norte (Nueva York, Boston, Washington, Atlanta, Miami, Detroit, Los Angeles y Oakland). Si en esos días lo recibieron Margaret Thatcher y George Bush, padre, fue gracias a la presión internacional y al miedo al polvorín que estaba a punto de estallar en Namibia, Suráfrica, Angola, Etc., estimulado desde los años de la Guerra Fría por la Unión Soviética, China y Cuba.
En no pocas ocasiones, y por diferentes motivos, se les atribuye calidad Masónica a hombres y mujeres de pública trayectoria que nada tuvieron que ver con la Orden.
Un ejemplo reciente muy conocido es el de José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente de España del año 2004 al 2011. O simplemente se les distinguen con el título de “Masones sin Mandil”. Por otra parte, su esposa Winnie estaba siendo acusada del secuestro de cuatro jóvenes negros y el asesinato de uno de ellos, y su romance extra-matrimonial con el abogado Dali Mpofu era de público conocimiento.
Sobre este tema, recuerdo que hace unos cuatro años un Masón hondureño me hizo llegar una lista explicativa con los nombres de por lo menos cincuenta “Masones sin Mandil” que en su criterio habían moldeado la historia de la humanidad. En ella aparecía desde el persa Darío I el Grande (“aquel que apoya firmemente el bien”) hasta mi compatriota Gabriel García Márquez, pasando por el mapuche Colo Colo, el egipcio Anuar Sadat y el Dalai Lama, entre otros. Aunque toda lista es subjetiva y arbitraria, esta en especial mostraba los valores fuertes que en concepto del autor deben distinguir la vida y ejecutoria de un Masón. Y en este sentido, el ejercicio resultaba interesante.
Y ya en este campo, dicho sea de paso, la expresión inglesa original empleada en “Los Simpson” es “Stonecutters”.
Que traduce al castellano “Canteros”, en clara alusión a los Masones, pero por alguna razón en Hispanoamérica los promotores de la serie la variaron a “Los Magios”. A veces también observamos que estas filiaciones espontaneas se hacen con tanta buena intención, como con la autosuficiencia implícita en la canción “We Do” que interpretan en sus reuniones los “Magios” de la serie animada “Los Simpson”, con música de Alf Clausen y letra de John Swartzwelder.
Para lo anecdótico queda que la canción “We Do” que interpretan los “Stonecutters” fue nominada en 1995 a uno de los Premios Primetime Emmy que otorga anualmente la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión de Estados Unidos, en la categoría de mejor música y letra, y es del siguiente tenor:
WE DO (NOSOTROS LO HACEMOS)
¿Quién gobierna la corona británica?
¿Quién mantiene a raya el sistema métrico?
Nosotros lo hacemos, nosotros lo hacemos
¿Quién mantiene la Atlántida en los mapas?
¿Quién mantiene a los marcianos en secreto?
Nosotros lo hacemos, nosotros lo hacemos
¿Quién mantiene rezagado el coche eléctrico?
¿Quién hace que Steve Guttenberg sea una estrella?
Nosotros lo hacemos, nosotros lo hacemos
¿Quién le quita al cavefish su vista?
¿Quién organiza las noches del Oscar?
Nosotros lo hacemos, nosotros lo hacemos
No puedo negar que en lo personal me sería muy grato que la Masonería pudiera contar entre sus miembros con un hombre de la trayectoria y el aporte de Nelson Mandela.
La cuestión es que la Gran Logia Prince Hall de Carolina del Norte guarda silencio y que, de ser verdad el rumor, más allá de una pueril vanidad, ello sería una prueba adicional de que el método y el discurso Masónico sigue siendo atractivo para personas que cuentan con un compromiso social muy firme y de que es coherente con el combate universal en favor de la libertad, la igualdad, la tolerancia, la democracia, etc.
Por esas mismas razones, me gustaría aún más saber que la calidad de Masón de Mandela se hubiera distinguido por una activa vida Masónica, en la que se reunía una o dos veces al mes con sus Hermanos de Logia, y no por una rápida hechura como “Masón a la Vista”. O, como ironiza con frecuencia un Q:. H:. de mi Logia, por haber sido un “Masón Express”.
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