Por el H.·. Morayta

El Oriente, Vaticanismo y masonería: Óscar o la Regularidad , Sinfonía inacabada de política y religión (IX)

Es habitual que El Oriente incluya declaraciones del Papa Francisco y es que existe, como lo existe con algunos políticos notorios como Juan Guaidó, Manuel Valls o Alí Bongo, intentos de Óscar de Alfonso de vincularse con la institución Vaticana.

El Boletín Oficial de la Gran Logia de España, El Oriente,  se hizo eco del mensaje de navidad del Papa Francisco «desde la Logia central del Vaticano» donde deseaba feliz navidad y pedía:

«Fraternidad entre personas de toda nación y cultura. Fraternidad entre personas con ideas diferentes, pero capaces de respetarse y de escuchar al otro. Fraternidad entre personas de diversas religiones».

Según El Oriente, «Las palabras del Papa muestran la lejanía actual de la Iglesia con el contenido de Humanum Genus» para después añadir que «El camino entonces condenado desde el integrismo religioso es hoy el camino que el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y la Masonería Universal están de acuerdo en proponer a la Humanidad». De este análisis sobre la política vaticana concluye que «No hay un solo masón en la Tierra que no se una al Papa en su deseo de fraternidad universal, heterogénea en lo político, lo cultural, lo nacional o lo religioso».

Según el titulo del articulo, «Todos los masones del mundo se unen a la petición del Papa por “la fraternidad entre personas de diversas religiones». Afirmación,  que contrasta con la  absoluta separación que debe de existir entre Religión y Masonería por ocuparse de cuestiones distintas. Además, a ningún hermano de la Gran Logia de España le consta esta unión a esta petición.

Estos intentos de vincular la religión católica con la masonería por parte de Óscar de Alfonso #masonycatolico tiene también su reflejo, en la mención que realiza El Oriente, a una supuesta «Misa por la Masonería » realizada en Manaos, Brasil, donde el Monseñor Sergio Castrini, Arzobispo Metropolitano de Manaos, aseguraba que los que «nos une es mas fuerte que lo que nos separa» y que:

«Esperamos que siempre continúen prestando esos servicios a la sociedad principalmente siendo fieles a los principios cristianos y a la comunión con la Iglesias, porque la iglesia puede ser diferente en la superficie».

En el diario El País, aseguraba Óscar de Alfonso  en el 2016 que «Es público que llevamos varios años manteniendo encuentros periódicos con representantes eclesiásticos de muy alto nivel en el Monasterio de Poblet. Hoy es posible que la Masonería y la Iglesia estén de acuerdo en el diagnóstico de algunos de nuestros problemas sociales, como el peso excesivo de lo material sobre el espíritu».

Un diagnóstico, que será en todo caso privativo de cada hermano y que nadie ha autorizado a Óscar de Alfonso a anunciar y mucho menos acordar o compartir con la Iglesia Católica, como si  su opinión fuese mayoritaria o representativa en la Masonería. Óscar de Alfonso y la Gran Logia de España, han organizado en el Monasterio de Poblet varias reuniones denominadas «Simposio sobre Masonería y Cristianismo». El propio Boletín El Oriente, recoge que «En torno a 25 personas han participado en este encuentro, que ha permitido establecer un marco sereno de reflexión acerca de los vínculos entre estas dos realidades. La mayoría de los participantes pertenecían a la Iglesia Católica y a la Gran Logia de España». El encuentro al que acudió, como no, Óscar de Alfonso, #masonycatolico comenzó con una conferencia, según el boletín «centrada en el hombre en la sociedad de hoy a la luz de la Carta Apostólica Evangelii Gaudium» y fue presentada por Monseñor Jaume Gonzalez-Agapito.

Un interés por normalizar unas relaciones cuyas bondades escapan a la finalidad de nuestra Orden en tanto que la religión, nada tiene que ver con la masonería. No obstante, Óscar de Alfonso no desaprovecha ocasión alguna para fotografiarse o vincular ambas instituciones, tal y como anuncia en sus redes sociales en su condición de #masonycatolico. Un ejemplo seria la fotografía con el  Michael Weninger, miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, que acudió como el invitado a la cena celebrada con ocasión de la Asamblea Trianual de la Gran Logia Unida de Alemania. Que este hombre sea invitado a la Asamblea de la GLUdA no legitima a Óscar de Alfonso a sacarse una fotografía con el su calidad de #masonycatolico tal y como incluya a modo de Hashtag en las redes sociales. Una denominación y autoafirmación que divide el espacio masónico común.

Y es que esta condición de #masonycatolico y sus intentos de facilitar su acercamiento a la Casa Real de los Borbones, parece pesar en algunas de las decisiones de Óscar de Alfonso como puede concluirse de las declaraciones efectuadas en Mayo del 2013 al Diario El Mundo. En ella el Gran Maestro hacia referencia  al cese de sus funciones de Pascal Vesin, párroco de Sainte-Anne d’ Arly-Montjoie, por su pertenencia a la masonería y su negativa a abandonarla. Tal y como declaro Óscar de Alfonso, para la Gran Logia de España, o quizás se refería a si mismo:

«No hay ninguna incompatibilidad entre pertenecer a la masonería y formar parte de la Iglesia Católica o de cualquier otra Institución religiosa o espiritual. No existe ninguna incompatibilidad ni legal ni moral que impida a un sacerdote católico ser masón. Ni siquiera desde el punto de vista del Derecho Canónico, ya que el actual Código Canónico no contempla la pertenencia a la masonería como causa de sanción alguna»   

Tras estas lecciones de legislación vaticana añade después que   «sin duda, a lo largo de los siglos de historia de la masonería ha habido casos anteriores similares al del párroco Vesin y su cese de funciones eclesiásticas» pues  «durante los siglos XVI y XVIII hubo muchísimos sacerdotes que eran al mismo tiempo masones. Precisamente en Francia se dio esta circunstancia con especial intensidad. Por mal que les pese a algunos, esto es una realidad histórica recogida por historiadores de todo signo».

Pese a los intentos de acercamientos, la realidad se impone. No obstante, siempre que  puede, el actual gobierno de la Gran Logia de España, intenta dar visibilidad al Vaticano. Tal fue el caso de la reseña de prensa de  El Oriente sobre la carta escrita por el cardenal italiano Gianfranco Ravasi, en el diario italiano Il Sole 24 Ore en el que llama al diálogo entre la Masonería y la Iglesia Católica basado en los «valores comunes» Tal y como asegura la misma reseña «El artículo no cuestiona las diversas declaraciones de incompatibilidad por parte de la Iglesia Católica de una doble membresía”, pero añade que estas «no impiden, sin embargo, el diálogo».

De hecho al poco tiempo el Boletín de la Gran Logia se hacia eco, de la  inadmisión como cónsul general del Líbano ante el Vaticano por su supuesta pertenencia a la masonería. Con fotografía y nombre del cónsul, el responsable de El Oriente, asegura en mismo articulo haberse  «puesto directamente en contacto con la Sala Stampa, que ni confirma ni desmiente la información». 

Dado el escaso margen existente para una relación bilateral entre la Iglesia Católica y  La Gran Logia de España a gusto de Óscar de Alfonso, ésta ha auspiciado la organización de una mesa ecuménica junto a la Iglesias Anglicana que aborda las contradicciones de las distintas iglesias con la Masonería. El Boletín Oficial recogió las palabras de los representantes religiosos y su opinión sobre la masonería y su compatibilidad sus respectivas religiones. De hecho, el Boletín recoge como según el representante de la Iglesia Anglicana anuncia que un masón de la ciudad de San Sebastián, ha descubierto el cristianismo a través de la masonería y que ahora ha pedido ser bautizado por la iglesia anglicana. Una indiscreción por parte del representante de la iglesia anglicana recogida en El Oriente sobre un hermano de una ciudad en la que el número de hermanos de la Gran Logia de España apenas supera los 25 miembros.

Este escaso margen dado por el Vaticano en los intentos por parte de la Gran Logia de España y su Gran Maestro por establecer relaciones entre dichas instituciones que nada tienen que ver ha dado lugar a otras declaraciones y artículos. En uno de ellos, ya referenciado anteriormente en que se hacia eco del veto del Vaticano por la supuesta pertenencia ala masonería del embajador del Líbano, El Oriente asegura que:

«Cientos de miles de católicos, especialmente en Estados Unidos y Latinoamérica, forman parte de la Masonería, un espacio de diálogo y crecimiento en el que conviven personas de todos los credos»

De hecho, destaca que:

«Cuando, en 1960, el Papa Juan XXIII promovió los primeros encuentros ecuménicos entre distintas confesiones cristianas, se encontró con que sus dos interlocutores, el Arzobispo de Canterbury, Geoffrey Fisher y el Patriarca de Constantinopla, Atenágoras I, eran maestros masones».

A lo que continúa en su particular análisis de la legislación Vaticana:

«En 1974, el cardenal Seper, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, admitía por vez primera en un documento público la existencia de masonerías exentas de contenido contrario a la Iglesia. Coherente con esta postura, el nuevo Código de Derecho Canónico, en vigor desde 1983, eliminó toda referencia a la Masonería para condenar de forma genérica a las asociaciones que maquinen contra la Iglesia. Sin embargo, el sucesor de Seper difundió la interpretación de que esto no implicaba un cambio de criterio».

Análisis, opiniones y conclusiones sobre la política Vaticana, su legislación y fundamentos para el entendimiento entre dos instituciones que nada tienen que ver, son un continuo en la Gran Logia de España, su Gran Maestro Óscar de Alfonso y su equipo de gobierno.

Una colusión de intereses privados relacionados con la búsqueda de notoriedad pública del Gran Maestro Óscar de Alfonso y vinculación con Casa Real de Su Majestad el Rey Felipe VI.  Para ello necesita de la aceptación del clero católico. Una colusión precedida de actuaciones irregulares y ajenas al espíritu de concordia de nuestra Orden que extraña, escandaliza, ahuyenta y divide  a muchos hermanos.

Nota: Diario Masónico no comparte necesariamente ni la totalidad ni parcialmente las opiniones vertidas por los autores de los artículos publicados.