Conferencia en Madrid: “Ramón y Cajal”
En esta ocasión, la Gran logia Provincial de Madrid organiza la Conferencia que se encuadra dentro del “Seminario Masonería y LibrePensamiento”
Será impartido HOY por César Navarro de Francisco, Dr. med., Profesor de la Universidad Complutense de Madrid y Presidente de Honor de la Fundación César Navarro). La Conferencia tendrá lugar en el Ateneo de Madrid a partir de las 18:30 h, situado en la Calle Prado 21, Madrid 28014.
En ella se hará una disertación sobre la importancia que tuvo Santiago Ramón y Cajal no sólo en la historia de la medicina mundial sino su pertenencia más que probada a la masonería.
En la página oculto.eu podemos leer un artículo sin firmar que dice así:
“Su decisión de convertirse en masón, según asegura el historiador Ricardo Serna, influyó el hecho de que sus colegas intelectuales le explicaron que se trataba de una asociación universal, filantrópica y progresista que procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y las artes, y desarrollar en el corazón humano sentimientos de caridad, tolerancia y defensa del progreso. Y oyó igualmente que la Masonería pretendía extinguir del planeta los odios racistas y los muchos antagonismos nacionales, confundiendo a los hombres en una atmósfera única de solidaridad y afectos mutuos.
Como buen masón, habló poco de su pertenecía a la orden. En sus relatos titulados Cuentos de primavera, que constituyen un verdadero anticipo a lo (posteriormente se conocería como ciencia-ficción -lamentablemente, uno de sus libros «quemados» se aventuraba mucho en esa senda: La vida en el año 6000-, hace una serie de descripciones de la fuerza que rige el Universo > muy similares a los ideales sobre el Gran Arquitecto, el Dios de la masonería.
En 1868, la masonería española vivía una época dorada.
El mismo Presidente del Gobierno, Manuel Ruiz Zorrilla, se convierte en Gran Maestre. Se estima que, cuando Cajal se hizo masón, existían en España del orden de 380 logias. Ingresó en los Caballeros de la noche en la primera semana de febre o de 1877 en Zaragoza. Tras el rito de iniciación en el que juró sus ideales, fue inscrito como el miembro número 96 de la orden.
Dentro de su logia Masonica no se llamaba Santiago Ramón y Cajal, sino que adoptó como nombre simbólico el de Averroes, el famoso matemático y filoso lo musulmán nacido en Andalucía. Para él, Averroes representaba su filosofía de forma encomiable.
Se conoce poco M trabajo interno de Averroes en la Orden; incluso se sospecha -sostiene Ricardo Serna, que considera que desde los ochenta pudo ser un masón durmiente o inactivo- que pudiera haberse sentido decepcionado por la buracracia masónica y la poca plasmación en la vida social de los ideales que representaban. Pero en todo caso, lo que no abandonó fue La visión que la masonería tenía del hombre en relación al mundo en el que vivía. Y Cajal, como muy pocos masones, se involucró con el progreso social y las libertades colectivas.
Ese afán por contribuir al progreso fue el que le impulsó a demostrar que las células nerviosas, las neuronas, en contra de las teorías imperantes por aquellas lechas, no se tocaban unas con otras, sino que se comunicaban mediante la llamada sinapsis.
A comienzos del siglo, XX publicó el tratado en el que lo demostraba: Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados. Pasó a la historia gracias a este ensayo que le mereció el Nobel y alcanzar la cúspide de la Historia de la ciencia. Pero la historia, esa misma historia, no debe olvidar que existió otro Ramón y Cajal llamado Averroes, que estudió los poderes de la mente humana y que sabía que el motor del mundo aún era un gran misterio.”
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