20 increíbles cosas que no sabías de los masones
Desde el siglo XVIII se ha repetido la idea de que la masonería es una institución que se contrapone a la Iglesia católica y que inculca valores distintos en el ciudadano como hacer ritos satánicos, que hay una conspiración masónica para dominar el mundo, etcétera.
Esos hombres que por siglos han aparecido enigmáticos en la historia mundial, que retoman del vocablo francés maçon (albañil) su nombre, ¿de dónde provienen y qué es lo que pretenden? Los masones operativos construyeron las grandes catedrales medievales, castillos, templos, capillas familiares; eran un gremio privilegiado en el sentido de que podían viajar por todo el continente –apunta la Dra. Vázquez–. Además, sus conocimientos de geometría les permitían comprender ciertas cosas del universo, lo que ahora se ha ido traduciendo en su simbología y numerología. Ellos fueron los grandes constructores medievales. Cuando se pasó de la masonería operativa a la especulativa (en la Inglaterra del siglo XVIII), crearon al ser humano tanto individualmente como en sociedad. Por eso hablan de la arquitectura moral, de cómo el masón se edifica en tanto adquiere este conocimiento de sí mismo y del universo en el ascenso de los grados.
Así como estos datos, ¿qué más estamos perdiendo de vista en una sociedad llena de información falsa y concepciones erróneas de lo que ha acontecido en un grupo tan misterioso como el de los masones?
20. La masonería no proviene del Antiguo Egipto. La fascinación por decir que todo lo místico provenía de aquella era ha pasado, hoy se sabe que la sociedad no proviene de los esclavos egipcios, aunque muchos de sus rituales están basados en sus cultos.
19. Tampoco proviene de los templarios; no hay evidencia histórica de que haya sido así a pesar de que sus códigos de lealtad se asemejan y libros como “El código Da Vinci” nos hayan vendido muy bien la idea.
18. En cambio, éstos provienen de unidades medievales que se encargaban de la construcción, la pesca, la caridad y el entretenimiento para los pueblos.
17. La masonería tal y como existe comenzó en la década de 1630. Para entonces, el gremio de masones había perdido su monopolio y el cambio social significaba que el hijo de un albañil no iba necesariamente a seguir en la carrera de su padre. Todo esto hizo que el antiguo Gremio de Masones fuera irrelevante; pero en ese momento, empezaron a aceptar miembros que no eran comerciantes, sino “caballeros” (hombres instruidos y ricos que nunca habían trabajado en la construcción).
16. El paso final en la creación de la masonería moderna no ocurrió hasta 1717, cuando miembros de cuatro Logias Masónicas diferentes se juntaron en un bar y decidieron formar la primera Gran Logia.
15. No existe una organización mundial que las una a todas. Nunca ha habido una sola organización mundial de la masonería. La mayor autoridad regular en la masonería es una Gran Logia, y éstas organizan y administran un área específica. En países como Inglaterra hay una sola Gran Logia que gobierna a toda la nación, pero en países más grandes –como Estados Unidos o Canadá– hay una Gran Logia diferente para cada Estado o Provincia.
14. No obstante, la influencia británica se encuentra en las logias de todo el mundo, pues a todo lugar donde alguna vez llegaron sus migrantes se instauró una sociedad secreta.
13. La masonería no es una sociedad tan secreta, aunque esos fueron sus inicios. Mejor dicho, son una sociedad de secretos que no cualquiera está preparado para obtener, manejar o compartir.
12. Hay logias reales y falsas. Las últimas reciben esta categoría por haber modificado tanto sus códigos, pues ya no son reconocidas por el resto.
11. Los masones no gobiernan al mundo, pero sí tienen influencia sobre él. A lo largo del siglo XIX la masonería actuó como una vanguardia para impulsar los valores democráticos y republicanos y en el siglo XX ésta se opuso tanto a los regímenes fascistas como comunistas. Muchos de los valores que la gente piensa como “valores occidentales modernos” comenzaron como valores masónicos. Así, muchos padres fundadores fueron inspirados y guiados por sus principios. Washington, Franklin, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero son algunos.
10. La masonería no es una religión, pero sí una fraternidad espiritual. No tienes que ser cristiano para convertirse en un masón, puedes pertenecer a cualquier religión, pero debes profesar la existencia de un Ser Supremo.
9. Aunque no puede haber mujeres en una logia, sí hay muchas involucradas en la sociedad e incluso hay grandes grupos de ellas bien establecidos. No obstante, estas asociaciones no son siempre reconocidas o aceptadas del todo.
8. Los masones también han ayudado a difundir los derechos humanos; particularmente en las áreas de la libertad, igualdad y caridad, así como de educación.
7. En muchos países las primeras escuelas gratuitas para niños empobrecidos fueron fundadas por los masones, mucho antes de que los gobiernos establecieran los sistemas de escuelas públicas.
6. Hoy la masonería y sus organizaciones de beneficencia registradas en todo el mundo donan grandes cantidades de dinero. Sólo en EUA, las organizaciones de caridad masónicas donan más de 500 millones de dólares al año.
5. A lo largo de la historia hemos visto cómo estrellas de la vida popular se unen y comparten su vida como masones: Sir Arthur Conan Doyle, Harry Houdini, Shaquille O’Neil, Mark Twain y John Wayne.
4. También hemos tenido malos ejemplos de la masonería como Henry Ford, quien era un antisemita despreciable y Michael Richards (Kramer en el sitcom “Seinfeld”) reconocido por un racismo que le costó su carrera.
3. Una de las primeras acciones tomadas por Hitler cuando llegó al poder en Alemania fue prohibir la masonería. También el fascista dictador español Francisco Franco asesinó a miles de masones; por último, la masonería fue proscrita en casi todos los países comunistas durante la era soviética.
2. La masonería no da respuestas, muy al contrario, es un sistema de preguntas que debe ser resuelto por cada iniciado.
1. Los babyboomers, inspirados en el movimiento hippie y una renovación mundial, dejaron de interesarse en una sociedad a la que debías ingresar por medio de reglas y actos cuasipolíticos; a nadie le atraía unirse a un grupo tan similar a sus viejos padres. Sin embargo, coetáneos de la Generación X y millennials parecen estar interesados una vez más en dichas organizaciones, sólo que con un enfoque distinto a los miembros de antaño; ellos buscan cercanía con lo ritual, el misterio y el desarrollo personal, al parecer.
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