Los masones del exilio: Periplos
Fragmento del volumen “Los masones del exilio: Crónicas e imágenes”, del cual el capítulo está Periplos dedicado a los viajes de Diego Martínez Barrio a Sudamérica, en visita al Gran Oriente Federal Argentino y a la Gran Logia de la Masonería Uruguaya.
Autoridades de las Potencias Masónicas Uruguayas y Argentinas, con el Ilustre y Poderoso Hermano Diego Martínez Barrio, en la sede del Supremo Consejo del Uruguay. Al centro, y junto a Martínez Barrio, se encuentra Augusto Barcia Trelles.
Atrás de Diego Martínez Barrio y con los brazos cruzados, aparece Miguel Servera, exiliado español que fuera cofundador del Gran Oriente Federal Argentino y varias veces Gran Maestre. Entre otros, también Virgilio Lasca (de izquierda a derecha, el último sentado), Gran Maestre y autor de una obra jurídico-masónica única en su época.
Esta fotografía original de 17 x 23 cm., que actualmente se encuentra en los archivos de Mauricio Javier Campos, también fue reproducida por la Revista Masónica Verbum, Tercera época, Año II, Nº 15, Buenos Aires, enero-junio de 1943.
La Gran Logia Valle de México en aquella época se relacionaba con los masones y Obediencias Liberales, a pesar de ser “regular”. Más aún, la Gran Logia de Chile -regular- fue la primera en reconocer al Gran Oriente Federal Argentino en 1940, asimismo, después también lo hizo la Gran Logia de la Masonería del Uruguay. En aquella época existía una mayor apertura, puede decirse, fraternal.
En la primera fotografía como ya cité, aparecen el varias veces Gran Maestre del G.O.F.A., el español exiliado Miguel Servera, el ex Gran Maestre de la Gran Logia Valle de México para el período 1943-1945, Valentín Rincón, y el que en ese momento es señalado por las referencias publicadas adjuntas al material de archivo, el Gran Maestre Pedro Téllez Maldonado. Por último, el vapuleado Martínez Gil.
En la segunda fotografía también aparece Alfonso Rivera Pérez, que fuera Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica Independiente Mexicana para el período 1943-1944, y electo, según señala el diccionario masónico de Lorenzo Frau Abrines, Gran Maestre de la Gran Logia Valle de México de LL. y AA. MM. a partir de 1945. Esta misma publicación indica que Téllez Maldonado ocupaba solo la función de Primer Gran Vigilante de dicha Obediencia en esa misma fecha. Ambos para el ejercicio del período 1945-1947.
Se mencionan otras Grandes Logias y escisiones en aquel período. Cabe acotar que entre 1939 y 1943, por ejemplo, existieron dos Grandes Logias llamadas Valle de México, unificadas en agosto de ese último año. Lo cierto es que estos tres prominentes masones mexicanos mencionados serán los artífices de cierta unidad dentro de aquella Masonería nacional al firmar, como representantes de distintas Potencias, un Pacto de Unificación en noviembre de 1944, hecho efectivo a partir de marzo de 1945.
Dice el citado diccionario masónico:
“(…) No fue tan solo la unidad masónica (…) la que hace destacar la actuación del V. H. Valentín Rincón como Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México en el ejercicio 1943-1945; su brillante actuación culmina cuando ya en las postrimerías de su período en la Gran Maestría, otorga asilo y hospitalidad a las dos Altas Potencias Masónicas Españolas que hubieron de ausentarse de sus respectivas jurisdicciones territoriales (sic) a consecuencia de la persecución de que eran y son objeto. Al brindarle asilo y hospitalidad, tanto al Gran Oriente Español en Exilio como a la Muy Respetable Gran Logia Española, da una positiva interpretación al espíritu de universalidad que anima a nuestra Institución (…)”.ç
Esta política de fraternidad y mutua relación entre Obediencias americanas y/o latinas fue lo que provocó la reacción en los años 40 y 50 de la Gran Logia Unida de Inglaterra y su campaña de represión en Latinoamérica para alinear y poner bajo su tutela a todas estas “ovejas descarriadas” que desarrollaban una Masonería a su medida, dispuestas a unirse en bloque para afrontar sus problemáticas comunes.
Acá el problema lo constituye Lucio Martínez Gil, al cual los franceses no dejaron reorganizar el Grande Oriente Español en Francia y se fue para México. Allá parece que quedó en desventaja ante Enrique Barea, Gran Comendador del Supremo Consejo 33 en el exilio y José Armengol, Gran Maestre de la Gran Logia Española que quiso acreditarse la “Regularidad” y asimilarse a los cuerpos ya existentes en los países que los hospedaron (aunque manteniendo sus privilegios de grados y estructuras jerárquicas “en exilio”).
Parece que la discusión de fondo era por la invasión de la jurisdicción territorial que se le achaca a Martínez Gil al mantener un núcleo del G.O.E. independiente. Jurisdicción territorial que por otro lado jamás respetó la misma Gran Logia Unida de Inglaterra ni en Argentina, ni en Brasil, ni en Uruguay.
La Gran Logia de la Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado aprovechó para hacer propaganda panfletaria contra el G.O.E. en México y de paso atacar a sus aliados del G.O.F.A. en Argentina que cobijaron a los exiliados como Augusto Barcia Trelles, Manuel Blasco Garzón, Luis Jiménez de Asúa, Juan Manuel Iniesta, etc., y que, en pocos años, ya en los primeros de su existencia, opacó el accionar de las Obediencias Regulares de la región.
Por eso en el período 1947-50 la Gran Logia de Inglaterra quiso destruir la Conferencia de Montevideo a la que acudieron como organizadores, entre otras 51 Potencias, el G.O.F.A. y el G.O.E., y en 1950 “excomulgó” a la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, por apoyarlos.
Ahí tenemos entonces que el G.O.F.A. en toda su existencia (1935-1957) y hasta último momento, apoyó al G.O.E. en el exilio y recordemos que las Logias del Grande Oriente Español (agrupadas en nuestro suelo bajo el nombre de Gran Logia Filial Hispano Argentina) fueron la base, aportando el 50 % de estructura para constituir lo que sería la Gran Logia Nacional Argentina (1926-1932), algunas de cuyas Logias constituyeron el Gran Oriente Federal Argentino a partir de 1935. Estas dos Potencias opuestas al tronco histórico (aunque carente de unicidad en sus primeros 100 años de existencia) de la
Masonería Regular anglosajona.
Estas entrevistas fueron realizadas en México y plantean el inacabable tema de la “Regularidad” masónica, pero esta vez generado en el seno de la Masonería española en el exilio. Las referencias completas de los textos están en el apartado correspondiente, al final de los documentos, y fueron reproducidas en la década de los años 40 por la revista El Nivel de extracción anglosajona y opuesta al Gran Oriente Federal Argentino – GOFA, Obediencia esta última que tenía íntima relación con el Grande Oriente Español bajo la Gran Maestría del Hermano Martínez Gil.
El que fuera en repetidas ocasiones Gran Maestre del G.O.F.A., y también español, Miguel Servera, visitó en reiteradas oportunidades a Martínez Gil en México, como se aprecia en las fotografías, manteniendo una muy cordial relación con otras Potencias.
Fuente: Masonería. Mauricio Javier Campos/El Masón Aprendiz
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