Los Cátaros u “Hombres buenos”
Los Cátaros, también llamados “Los Hombres Buenos” (se incluye también a las mujeres con el termino de «hombres»). El Catarismo arraigó en Occidente, y de modo particular en las tierra de Occitania, al sur de Francia.
La amenaza que representaban los Cataros contra la Iglesia Católica de aquellas fechas, fue una excusa para tratarlos como herejes y rebeldes sociales, y a caballo de los poderes de la Iglesia y del Estado, exterminarlos.
Cuando los enigmas son quemados en las hogueras de la Inquisición, siempre quedan “cenizas” que pueden prender y dar forma a una apasionada historia de unos hombres, justos, buenos, piadosos, trabajadores y honestos, que en un momento dado de la historia, dieron muestras de ser heroicos valientes.
El catarismo fue una filosofía que recogió los conceptos mas humanos del cristianismo, Los Perfectos y las Perfectas (que así eran denominados) y que enseñaban esta nueva doctrina, se consideraban herederos de los apóstoles de un Jesús espiritual, nunca material, tenían como libro máximo al “Evangelio de San Juan”
La doctrina enseñaba la visión dualista del universo. Con sus dos principios antagónicos: el bien y el mal, la luz y la tiniebla. Pero ellos no se consideraban asimismo profetas como el persa Mani, el cual había acuñado el maniqueísmo compilando las doctrinas de Zoroastro, Buda y Jesús. Para ellos el mal poseía la misma fuerza real que el bien. Por lo que jamás debía ser ignorado y menospreciado. La creación del mundo la atribuían a un ángel malvado o Satán.
Y esto suponía que todo lo material simbolizaba lo negativo y pecaminoso. Por lo que la única solución para el ser humano de salvarse, radicaba en seguir las enseñanzas de Jesucristo, quien mostrara al mundo el camino de la redención.
Fuente: Open Masonry
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