El propósito de esta celebración es concienciar a la ciudadanía de la importancia de la ciencia y de su utilización en beneficio de la sociedad y en particular, en la erradicación de la pobreza y en pro de la Igualdad y la Paz.
El conocimiento científico lo constituye una serie ilativa de leyes con una base empírica de experimentos consistentes en observaciones, análisis lógicos y conclusiones racionales en una incesante búsqueda de la Verdad objetiva, finalmente admitida como tal cuando existe reproducibilidad.
El avance de la ciencia ha implicado e implica siempre un retroceso de la religión, por ser dos visiones opuestas del Mundo, dos visiones antitéticas conceptuales de la Naturaleza y del origen del Universo. No quiere eso decir que sean incompatibles, pero si existe una frontera epistemológica entre ambas, pues filosofía y teología operan desde bases antagónicas: la Razón y la Fe.
Las religiones han evolucionado desde el origen de la Humanidad hasta los monoteísmos actuales, y éstos,esencialmente similares en sus mitologías, dogmatismos y rituales, no han conseguido la paz en el mundo porque lejos de tolerarse se rechazan, lejos de unir separan, y lejos de igualar diferencian.
Las morales religiosas con sus virtudes teologales: Fe, Esperanza en sus Dioses y en una vida feliz «post mortem» y Caridad, chocan con la Ética laica con sus virtudes equivalentes cívicas, opuestas a las anteriores: Razón, Confianza en la Humanidad y en que sólo el Hombre es capaz de conseguir la paz y la felicidad en esta vida y en este mundo, y la Solidaridad.
Razón,Confianza y Solidaridad fundamentan la Ética y la Filosofía Política como ramas de la Ciencia cuyo objetivo es la consecución de la Paz y la Felicidad de la Humanidad.
Por todo ello, religión y ciencia deben convivir, la primera otorgará a los creyentes la paz y la felicidad interior a nivel individual, la segunda lo hará a los escépticos, no por ello menos espirituales, y es condición sine qua non para alcanzar la Paz y la Felicidad colectivas.
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