Efemérides: Concilio de Nicea
Hace 1692 años, el 20 de mayo de 325, se iniciaba el Concilio de Nicea, convocado por el emperador Constantino I a petición del obispo Osio de Córdoba, con el propósito de unificar a la Iglesia cristiana dividida por el debate sobre la naturaleza divina o no de Jesús.
Los atanasístas defendían su divinidad y los arrianístas afirmaban que habiendo sido creado, no era Dios.
Constantino se convirtió al cristianismo tras su victoria militar sobre Magencio en 312; antes de la batalla había invocado al dios cristiano, por lo que consideró a éste más poderoso que los dioses romanos. Tras dos meses de debates conciliares se organizó una votación, no comunicando el evento a los arrianístas, con lo que sólo asistieron 220 obispos, el resultado fue de 218 sufragios favorables a la divinidad y 2 en contra. Así lo cuenta el cronista de los hechos Eusebio de Cesárea en su obra Vida de Constantino: el emperador influyendo activamente en el desarrollo del Concilio.
La consecuencia de esto fue que unos años después el emperador Teodosio estableció el credo del Concilio de Nicea como norma y convocó el Concilio de Constantinopla en 381 para situar al “Espíritu Santo” en el mismo rango de divinidad, empezando a perfilarse la doctrina trinitaria.
Más tarde, en 451 en el Concilio de Calcedonia, se establece la virginidad de María.
Se retomaban así mitos anteriores o partes de ellos como los del héroe caldeo Gilgamesh, los misterios de Isis, Osiris y Horus, el Prometeo y el Heracles helenos y otros, de modo que la divinidad de Jesús, la Trinidad y la virginidad perpetua de María son resultado de votaciones conciliares sobre hipótesis de virtualidades sólo sustentables con el dogma y con un manifiesto interés político de concluir en esos resultados. Así se construyeron, aprobaron y promulgaron esos dogmas.
Este concilio es un hito en el camino de la Historia, marca el ocaso de la cultura grecorromana y el inicio de la cristiana y en particular de la existencia del catolicismo que sin estos condicionantes hoy no existiría. Todas las mitologías son objeto de fe, la católica no es una excepción y concilio tras concilio ha sido construido el panteón celestial y la doctrina fundamentalista religiosa.
Hoy la ciencia avanza y el Hombre se libera y emancipa del dogma.
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