Poema Hermético: ¿A quién se le ocurre pensar que estamos cerca del Final?
I
Esta dignidad del virus energía llega ahora.
Su borrachera va a dormir bajo los tuétanos.
Intransferibles, pegados; camorras de contrasentidos;
Salieron a besarse, de como o de porfía; estos inexpresables;
este virus llamado energía, producto de estos traídos de la mano,
estos trabucos de misas, declives y cantos sin corcheas…
estos coercitivos hacia las promociones, estos inoportunos,
estos contentos locos por pesarse, esta linda rubia
tan becerreada , que ni siente, que hará cuando se entere
que la posteridad es también cuestión de hígado y de vitaminas?.
II
Pero, hay dos muros: el de los perdices y el de los no perdices.
Y un pico que da a lo dulce, y otro al infortunio…
Y harapientas privaciones que se vuelven matronas opulentas…
Magisterio del virus energía…
¡ Debe haber más edades por allí,
contra las cuales no nos hemos purgado todavía!…
Energía por donde las cuñadas hablaban con los escapularios;
por ello tal vez la contratapa se persignaba al ver el tren.
Y el otro de ofrecido, hijo del extremeño y nieto de guaraníes,
y la mujer con sus cinco hijos muertos antes de nacer
doblaron todo sobre sus ponencias de alguna vida.
III
Colaborando, el cocinero cuando supo que la costilla era para el guitarrista,
allí, frente a esa carnaza asándose, la besó,
unieron sus bocas con olor de vinagre,
y luego cuando la encontró contorneándose en una forma dual,
es decir , demasiado femenina, lloró y se estremeció.
Virus energía,
contagios sicológicos más graves que la lepra de que Angel habló;
programa interior alborotado que pide ser cambiado;
ni usted, ni yo tenemos las sillas para nuestras eminencias.
IV
El virus, quiere fabricarse una bombonería y trabajar legalmente.
Huérfano total, el manco zurdo de barba blanca se ata desesperado,
a su principal esfuerzo, temerario, profético, sustancia mental
que es el árbol, semilla y fruto donde se alimenta
el sabor del instinto burocrático del ser.
Pero, no el aliento puro, sino su espejo,
que se torna por reflejo, en el mas miserable de los juegos imaginativos,
al sub conciente lo empujan hacia los malabares enfermizos
y neuróticos de una ansiedad que enfrió el alma.
V
Es el más brutal chantaje de sí mismo
en esta enloquecedora forma de vivir muriendo a cada minuto.
Todo razonamiento se acomoda a una búsqueda de la felicidad,
y en esa misma búsqueda se esclaviza, se aniquila, por sentirse jefe,
se desorienta , mata y muere en esa desproporcionada lid.
La única conciencia es aquella que niega discernimiento.
En ese sentido, y como una paradoja, tal vez sea llamado a cumplir
un eterno mandato sobre este planeta,
porque permaneció virgen a todo contacto con la fantasía.
Atavismos sin madurar, residuos errantes de los antiguos picapedreros
que andan mareándose y salpicándose con el aceite
que quemaron motores desgastados.
VI
Sirvientes de la energía, del credo, de las auroras, y los soles , inteligencia y libertad, ciencia, cultura, dulce paz.
Esa violencia que deslumbra , disculpándose, metamorfoseándose
y mostrando solo el reverso, de una cara que no dice nada.
La fuerza va a la guerra, pelea, se aniquila y,
el encantamiento se queda abanicando el fuego sagrado
a la sombra de un rito…
Y esta es la mayor de las desgracias, porque se salva la evolución
que nunca existió conforme sentenció Federico.
Cuanto más avancemos, como en la ciénaga, más nos hundimos.
VII
El virus energía, puede venir enrolado y acomodarse sin enflaquecer;
puede decir adiós, y partirse enseguida, desdoblado,
puede desforrarse de sus fornidos estambres
Ver arriba por un alveolo sin olvidos, por sus compensaciones ,
con la emoción del simple, y en atracción feliz, ir a regar remotas lilas
que habitan el trasmundo existente, trepándose a nuevas acuarelas .
La energía y su consorte salieron a besarse…
Puliéndose, juntando sus temores, su voz en las batallas, en miras, en butacas
con toda la lujuria, tumbado sin su savia, derretida, en feroz alarido,
ahí, dentro de sí, con cuello biselado, descarnados , clamorosos,
su barba de tres o diez mil pelos, plenos de grasa,
pleno su hedor, su vileza, acorralando a su presa cual águila azorada,
delfín dentro de su lid, ya madurando ideas, ya tandas de cultura,
buscando a su abuelita, que era también ternura, y amarla
porque confortaba como vaso de vino del Rin.
VIII
Salidos a besarse… en hambre y penitencia.
La energía y su consorte.
La pareja feliz y perfumada. Salieron a burlarse; se burlan, perseguidos.
Salieron.
Se buscaban.
Enigmas.
En esfinge.
Indulgentes.
Oídlos predicar:
Hermanos…dicen, y se quejan, pero siguen dormidos.
¡Oh , gran piedad porque no existe!
¡Porque siempre tienes necesidad del preceptor, del preferible,
de los demás… borrado!.
¿Se buscan?.
O tan solo son alegres borrachos, que están pasando la cinta de llegada
del gran premio de honor al mérito?.
Pasan…
Se buscan en la luz y en la sombra.
Ese conjuro druida los embala y empuñan arcos tensados
en la misión suicida.
Los sacerdotes mueren, antes de abandonar el barco.
IX
Nos buscamos. Insistimos. Reflotándonos. Despedazándonos.
En la obsesión de la libido del alma ; implacables; en cultivos primitivos;
Supervisiones, adelantos dibujantes…
¡Ya algo se ha logrado, solo una mascarilla,
por lo menos consorcio cerrado
en este pedalear, pedalear, pedalear… en eternidades sin tiempo,
que la alegría que tenemos, hoy, nos dure, y que la inocencia nos valga!.
X
Alegres son los que pasan, pero buscándose… aleluya!.
¡Oh, estos azorados tamboriles que no duermen nunca!
Entregados de vuelta por un poco de tos en la mirada!
Proponiéndose metas, donde si se llega, se embarran.
Allá donde el arreglo, si sube enseguida se calcina en una farra.
Vino a decir que sí, de puro valentón!
Y ahora andan sus ropas desbordando entre los frenos;
Ahora andan espuelas rolando entre los sesos de sulfuro;
y ahora en los cotejos lo emplaza porque son sus probables…
pues sus olores vagan detrás de mil orfebres sinfonías;
pues es la forma tensa, sola, que se busca, en sus fantasmas ciegos,
en sus abreviaturas, en esa trasfusión de la energía , el sock eléctrico,
que reactivó el alma,
con orlas de sapiencia, las corolas, los consabidos largos poemas,
la lechuza, lo ambiguo del cobre que no sale, y recorre
ríos de feriados en actitud de oración.
XI
Repicando, solazante la pareja…
— “Son demasiado jóvenes aún…”.Se oía comentar.
La pareja optimista, feliz, con equipaje rápido , saboteando los tiempos, que ya fueron saboteados.
“” Respiren” “El que sigue…” Pasearon por la cámara roja y verde,
y el tálamo quirúrgico, las palabras mezcladas con el éter, y los jaques.
Nos buscábamos.
Taladrando las drogas y las dragas, soportando medidas en las dosis.
¡Ah, no poder detener el tiempo entre la lisa de esos cuerpos,
que fueron experimentales para la ametralladora del último modelo,
con sombras del Corán apocalíptico, y la Biblia complaciente.
XII
—“Viven un drama antiguo…” comentaban.
—“Unos conspicuos de heroísmo obscuros y amores torturados…”
—“Un desborde de inversos, defensas ascendentes, temblor,
clarividentes, un derroche de púrpura , adoquinar adagios,
y lo chino de tétricas, ya muertas e innecesarias letanías…”
Salimos a buscarlos, entre risotadas báquicas…
—“Ya no se puede rehuir…”Por todo turno: “!Valor! y ascensos.
Más ascensos; banquetes, madrigales; y anclas: “! Coma!” “!Huela!”
Y pruebe la lejía. Curas ciertísimos mamando devocionarios,
Y concepciones milagrosas debajo de altares de blanco y violeta,
porque en esa noche, violaban el amor.
Cameramens y tórtolas del exangüe…
en frentes de “”! eeehh”” ya vóooy” y “!nóo, no alcanzo!”.
Irónico, irascible… ¿ Será que en todos los gestores se mueve siempre
una sabiduría secreta , escondida, sin ruido de murmullos acurrucados,
instintiva defensa , penuria sublimante?…
XIII
Nos buscamos, sin embargo.
La energía y su consorte.
En la ronchita zalamera de la popularidad;
estos monstruos laxos que saliendo de todo lo incoloro
se nos enroscan con el mascar y el orgullo de los filólogos,
este tropezar…en círculo oscilante; en cíclicas curvas de espanto;
platos rotos y estreptomicina; posando al fondo del café;
saltando por encima de trágicos que estorban;
en este idilio, bidet entre dos nubes que desparraman rayos,
por sobre de nosotros, al lado de nosotros, debajo de nosotros;
tomados al espejo de largas carcajadas y alaridos;
oliéndose la espalda, besándose la nuca,
cual magnánimos novios, transportados de aquí a veinte años, a…
hipótesis transferibles, de una lengua a la otra, todo siempre es igual.
Nos buscamos entre nuestra fe de bautismo;
de religiosos casados y perfectos;
por estos corredores de estancia instrumentada,
¡oh, soledad de soledad infatigable.
Ya, cada vez más separado…
Gerundios sin embargo. Con letreros ; “Se alquila”. Culminante.
¡Pues si, querida, si!… hablamos de los revolucionarios!
¿ Quien iba a creerlo?…
¡ Oh, poder de la pluma y sus frazadas!
¡Pues, chist, querida, si!…
Nos espera un viraje sobre el asco terrible.
XIV
Estos exonerados de la figuración, hastío, orfebrería,
no son otro pesebre, sino topadas de los turnos encelados comiendo,
en la tautología del eterno ir y venir sin saber donde vamos,
juegos de viveza, los insalubres de siempre!
¡Quieta, quisquillosa! ¿Central? ¡ Las castañuelas sevillanas suenan!
vuelven a hacer ruido de sueños de una noche
abigarrada de placer.
Angel Perez Pardella Luchessi/Fuente: Fraternus
paloma kirchmann
un poema desesperado de impotencia, unas letras que bailan secretos y simbólicos andares, un poema desde una niñez que jamás se acaba; la niñez de una alma en aprendiz. Unidos los pensares y la rebeldía de la impotencia. Hermoso. saludos