«Poder respirar, despertarse, caminar, oler, beber agua, escuchar, mirar, ver… tratar de no dejar huella por donde caminas y, las que queden, que sean bellas; porque hay que pensar con el corazón y sentir con la cabeza». Estas son algunas de las palabras de Arturo Piegrande, de la Tribu de los Taitas. #SoyTribu
Origen
Descienden de la población instalada por el inca Huayna Cápac en Mocoa y el valle de Sibundoy (Putumayo), en 1492 tras someter a los Camsá. Se trataba básicamente de mitimak-kuna o comunidades militares agrícolas y de mercaderes dedicados al comercio exterior y la recopilación de información, unos y otros al servicio del Imperio incaico.
Estos quechuas estaban asentados en el extremo norte (Chinch) de los límites del Imperio. Al dividirse éste en 1527, entre los seguidores de Huáscar y Atahualpa, comenzó un período de aislamiento para ellos, que se agudizó al producirse la destrucción del Imperio en 1533 y la invasión española de la región en 1538.
Mensaje
Es increíble ver cómo el mensaje de las tribus recorre su caminito a través del macrocosmos cibernético hasta llegar a ojos, mentes y corazones para remover, reflexionar, curar pero sobretodo para engendrar nuevos latidos más armoniosos, más crecidos. Estas son las palabras de Arturo Piegrande, de la Tribu de los Taitas, que por alguna razón han llegado a 29 millones de personas en Facebook. Quién sabe, si escuchas esto ahora y te acaba conduciendo, por pequeño que sea, a sembrar un cambio interno que en el futuro germine en uno externo… ¿será porque tenía que suceder? Solo tú lo sabes.
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