Cultura, Virtud y Política en la Masonería
¿Existe una cultura masónica?
Cultura masónica: Si por cultura entendemos un cúmulo de conocimiento cosechados a través del cultivo y ejercitación de las facultades intelectuales, es obvio que el trabajo intelectual que se realiza en las Logias, a través del tiempo va haciendo que sus integrantes sean compenetrados de determinados valores humanos que, si bien en parte ya pertenecían al bagaje cultural de cada individuo al ingresar a la Institución, se han visto reforzados, pulidos y ampliados con el aporte mutuo del trabajo en Logia, lo que se manifiesta en la inconfundible conducta del masón, tanto privada como pública y en este sentido, cabe hablar de cultura masónica.
Y esa cultura, ¿está al alcance de todos?
La cultura masónica está al alcance de cualquier persona de bien y con inquietudes que lo capaciten para integrarse a un movimiento cultural en el que se busca el perfeccionamiento del individuo por medio del debate de temas filosóficos, políticos, humanistas, etc., en este sentido la Masonería no está limitada a supergenios o superdotados, los masones somos hombres de la calle, trabajadores en las más variadas actividades a los que nos caracteriza nuestro afán de mejoramiento moral, espiritual e intelectual tanto individual como colectivo.
¿Cuál es la virtud de los masones?
Los masones entendemos que la virtud es la capacidad de hacer el bien en su más amplio sentido y el cumplimiento de nuestros deberes para con la familia y la sociedad sin egoísmo ni vanidad. La Masonería enseña a practicar la virtud como calidad suprema de la moral y como lealtad de la conducta para con el ideal, que debe conducir hasta el sacrificio como sea necesario para el cumplimiento del deber. Considera la virtud como una realización siempre perfectible, porque sabe que el hombre no es invulnerable a las tentaciones y debilidades, pero el permanente esfuerzo del espíritu se convierte en eficaz baluarte de la virtud.
¿Cómo actúa la Masonería en Política?
La Masonería no es una asociación política ni puede confundir su actividad con la de ningún partido político, pero el masón no debe estar al margen de los grandes problemas políticos de los pueblos y del mundo entero. En el seno de la Masonería conviven hombres de diversos partidos democráticos y de diversas concepciones sociológicas, mientras sean respetuosos y tolerantes.
Generalmente, por ignorancia o mala fe, se asocia a la Masonería en acciones políticas determinadas. En realidad, es la tarea del hombre masón imbuído de nuestros principios e ideales, quien actua protagónicamente para promover los grandes movimientos transformadores de la humanidad.
Tanto la Revolución Francesa, como la lucha por la emancipación de los pueblos coloniales de nuestra América, hasta la estructura jurídico política de República que adoptaron todas sus Constituciones, llevan el innegable sello de las ideas y acciones masónicas.
El masón conserva fuera de la Logia toda su libertad de ciudadano y puede dedicar el ardor de su entusiasmo al servicio de sus ideales. Los masones, como tales, no irrumpimos a la vida pública como institución.
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